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Mares, inmensos Mares de cereal mecidos por el viento como olas en un océano sin fin, penetrando entre montes cañadas cerros y barrancos verdeaban a la par que se iban agostando con el paso de los días y la entrada del verano.

Un animal que actúa como este debe de haber pasado muchas penurias para llegar a reincidir en la misma conducta una y otra vez sistemáticamente. Tiene un marcado carácter territorial, además no se aventura fuera de el ni un ápice, podrás tentarlo con diversas fuentes de alimento habidas y por haber incluso recurrir a otros tipos de sustancias que el no se desvía de su rutina habitual jamás.

El terreno donde habita es muy difícil de emboscar y el es consciente de ello, por eso lo ha elegido, intentar una espera con el en su terreno es un suicidio. Su encame no carece de nada, tiene comida natural más la que yo le suministro, revolcaderos, barro por el caudal del agua sobrante de la fuentecilla y donde abrevar.

La umbría donde se encama, es muy fresca para los rigores estivales y poco accesible. Ubicada entre dos laderas laterales y otra justo atrás dando lugar a un entorno idílico donde confluyen estas, dándose la circunstancia que advierte la presencia humana a muchos metros antes de siquiera acercarte, pues la orografía emboca el aire hacia ella a través del barranco en forma de embudo que confluye inmediatamente después de estos accidentes geográficos, canalizando el viento por poco que este sople.

No hay caminos que lleven allí, el más cercano se haya a más de media legua, lo más cercano es una vieja pista forestal poco accesible que el monte ha ido invadiendo pausadamente. Solo el ganado lo inquieta de vez en cuando y aun así pasa a muchos metros de allí, además no lo ve como una amenaza, esta acostumbrado a este ya y es la única forma de acercarse sin levantar sospechas.

Marca alto en los rascaderos además va armado de una buena boca dejando la impronta de esta en diversos troncos por los lares que frecuenta. Porta un escudero, al que mandará en labores de reconocimiento en caso de intuir peligro.

Animales de esta condición deben ser abatidos a las primeras de cambio, como en el primer intento de abatirlo te coja el aire, ya puedes ir despidiéndote de él, cada vez que se acerque a las inmediaciones te buscará hasta que de contigo y en caso de no hacerlo rebuscará ensanchará más aun el circulo parando en diversos lugares llegándose a quedar horas quieto a ver si te delatas de uno u otro modo, la de congéneres que habrá visto caer en sus narices muertos por las armas¡¡¡¡¡

También es posible que lleve algún recuerdo en forma de plomo en su piel. Sabe de que va esa comida que aparece debajo de las piedras de manera artificial y la toma muy de vez en cuando, no repite dos días seguidos habitualmente, solo si la noche no sacia su apetito buscando pitanza la toma.

Llevo tres semanas observando su devenir diario con mucha cautela. Tiene tres sendas que frecuenta asiduamente en su salida del encame hacia los lugares que elija donde avituallarse, pues pocas veces repite la misma rutina, las unas se baja a las vegas en busca de hortalizas y frutales, las otras se marcha a los llanos buscando el poco cereal que se ha salvado este año y aun queda otra la que atraviesa toda la serranía para ir a unos bancales de almendros perdidos, donde da cuenta de aquellas que caen al suelo de un año para otro, no quedando una sana.

Los días que el ganado pasta por la zona es cuando reconozco el terreno más cercano a su encame, para que no recele, si te acercas mucho a sus dominios puede irse para no volver ....

El comedero lo frecuenta de manera irregular como he citado antes, y eso que el menú es de lo mas variado, maíz almendras trigo.. prefiere la comida natural a sabiendas que raramente lo van a sorprender en sus devaneos en las vegas tapándose entre las sombras de los zarzales, ribazos y manchas aisladas de monte sabiendo donde comer sin peligro, es más en sus heces he llegado a encontrar hasta huesos de cerezas y restos de frutas que ni por asomo se donde andan aquí y no será por falta de trajín en el monte lo cual da a entender la de kilómetros que este es capaz de hacer en una noche.

Cuando el tiempo deja alguna tormenta, se va en busca de golosinas naturales levantando troncos caídos y arrancando tocones podridos en los que sabe se esconden larvas y lombrices, dejando su impronta en forma de hoyos que parecen cavados con pala para luego descolgarse por la serranía que se incendio hace décadas, de donde provienen los troncos caídos y los que están en estado de podredumbre sabiendo que en ellos hay dulce maná, para en ciertos puntos donde toma aire antes de penetrar en el barranco a buscar el agua y el barro.

Aquí no hay lugar donde ubicar el puesto siendo este animal tan cauto como es, a las primeras de cambio te pilla el aire y adiós muy buenas, si fuese un marranchón normalete aun, pero con el viejales no hay manera ,solamente acude diariamente a la golosina que le coloco esa no la perdona.

Este cebo no es ilegal ni se vende en armerías ni en casas de piensos, es una receta de la casa muy sencilla y efectiva, esperarlo aquí también es un error, sabe de sobra quien la pone allí y la toma tarde cuando vuelve a la umbría rayando ya el día a dormitar en su encame, lo indica el reloj que le coloco para saber sus horarios habituales.

Me he rebanado los sesos hasta la extenuación, intentando buscar un resquicio donde agarrarme y ganarle la partida tirando de experiencia. Solo me deja una opción y esta pasa por esperarlo cuando vuelva de sus correrías nocturnas de vuelta al encame en la pequeña umbría, encaramado en uno de los laderones, concretamente el sur entre los riscos y paradones hay muy buena visión para cuando venga de retirada por la altura que domina perfectamente la entrada a la umbría.

Me consta que no soy el único que va tras él, la voz ya se ha corrido y son varios los que intentan su abate. A más de uno ya lo ha pillado infraganti en plena espera y tras un bufido los ha dejado con la miel en los labios, lo que desconocen es donde se encama y es a muchas millas de donde lo esperan noche tras noche por eso varia la zona de comida en base a la tranquilidad que ostente la zona elegida para avituallarse, aquí solo me muevo yo y las cabras, lo encontré tras estas donde menos lo esperaba, pura potra de un trotamundos.

En la ladera elegida para el aguardo la escopeta no tiene cabida, así que habrá que tirar de rifle, como siempre el semiautomático del Paco, que pese a ser suyo creo que he disparado yo más con él que su propio dueño.

Como no luego tendré que prometerle un jamón si logro abatirlo, si cada vez que te lo presto, me hubieras dado un par de euretes ya lo habría amortizado ¡¡¡

Va no seas cabroncete.... cuidado con las caídas y golpes que vale más el conjunto visor rifle que media casa tuya ¡¡¡

Y razón lleva ¡¡ que si hombre... la estrategia que hay que montar es militar, pues he de llegar al puesto cuando el animal haya abandonado la umbría y este de marcha noctámbula y hay que llegar pronto, pues no vaya a ser que algo lo escame y se venga a la seguridad del barranquete donde no le falta nada y me oiga llegar, así que la noche al raso esta garantizada.

La noche elegida además debe tener media luna al menos, llena no, no les inspira confianza a los bichos corridos a tiros y sustos y no dan la cara muy a menudo, así que media luna será suficiente para que el visor del paco sea efectivo con media luz de luna.

El día elegido, al poco de hacerse de noche ya estoy al sopie de la cara contraria a la ladera donde voy a ubicarme. Tranquilamente me zampo el bocata y voy sacando el equipo para iniciar la ascensión a la sierra mochila al hombro rifle colgado en bandolera y enfundado, como le haga un arañazo el Paco me fusila.

Poco a poco voy ascendiendo cogiendo altura, pese a ir suave paro a coger resuello cada poco, no quiero llegar empapado y emanar demasiado olor corporal ....manías de uno....

Alguna cabra se ve en la lejanía delatándose con sus silbidos y rodar de piedras, tras las sendas de estas llego al punto más alto de la serranía, la noche ha caído y hasta las 12 no voy aventurarme no sea que ande aun en las bañas del barranquete y la liemos ..... así que quedo ensimismado, admirando el cielo y viendo alguna estrella fugaz se desgrana el tiempo hasta que creo prudente llegar al tiradero.

Colmato la serranía imponente desde las alturas, con mucha cautela sin hacer apenas ruido parando cada poco afinando el oído ante la posible espantada si aun pudiera estar este por la zona llego al sitio elegido.

La primera parte ha salido bien de momento, me he traído la manta vieja que lleva muchas horas de vuelo entre los humedales y el monte tiene algún roto pero es talismán sagrado que me da suerte y aunque mi parienta la haya querido despachar .... manías¡¡¡

Coloco una toalla en la roca donde apoyo el arma aparto piedras y algún arbusto para evitar ruidos de ultima hora que te pueden costar la espera gradúo los aumentos del visor hasta 4 se ve nítido .. este Paco por equipo no será pero de cazador....que poco le gustan las penurias ...

- Toda la noche allí colgado de unos pedruscos? Anda ves a paseo¡¡¡

Ahora toca tumbarse y arrebujarse en la vieja y cochambre manta, mirando el lienzo de las estrellas dejando pasar los cuartos, las medias las horas... y los sustos no tardan en producirse..

Primero unas cabras que han armado un sarao ¡¡¡¡ luego una zorra díscola.....

Poco a poco se desgrana el tiempo se extingue la noche he disfrutado de ella si aun lancé alguno y el día que dejé de hacerlo, ya sea ante un amanecer anaranjado y ventoso o ante un atardecer sublime contemplando cielos, sonidos y fauna dejaré de ser esperista o cazador para pasar a simple matarife en tal caso habría que plantearse colgar los hábitos.

La noche muere, faltan 2 horas para la amanecida y ya estoy con el ojo avizor y el arma presta.. parece que vienen? .....ahora sí, son ellos, oigo algún bufidete y rodar alguna piedra, vienen por el barranco y han parado en la baña, los oigo en pleno festival, bufando y retozando, más tarde algún árbol parece que se mueve por los restregones de estos o la vista me esta jugando de las suyas.

Después de horas peinando la zona y ya cualquier bulto me parecen ellos. Tardan una eternidad en aparecer, el arma ya semiencarada, primero lo hace el escudero, lento, confiado, camino de la cama .... si supiera lo que le espera al viejales ....este tarda en dar la cara, hasta que el escudero no penetra en la umbría no hace acto de presencia...

Ahora sí... cauto levantando la jeta de vez en cuando... pero viene confiado, sale despacio al claro que precede a la umbría a paso cansino y moviendo la cola..

Lo centro en la cruz y le sigo, le busco la paletilla sin prisas intento controlar la respiración ..ahora .....bummmmb se desploma y queda garreando ....lo observo por el visor ..muerto... el escudero sale al claro en dirección al barranco a todo trapo, se echa de cabeza a la maleza del barranquete rompiendo todo lo habido y por haber, se aleja con un estrépito de piedras y ramas rotas del copón parece un tren arrollando todo a su paso....

Ahora toca bajar de aquí y fácil no es, hay mucha grava suelta así que tiento cada patada que doy, que quiero verle la cara a el viejales¡¡¡¡¡

Aquí anda los ojos abiertos y un boquete en la paletilla, mortal de necesidad¡¡¡ lo primero que me llama la atención las amoladeras, le levantan el morro que es un primor¡¡¡ de porte giboso, enorme¡¡¡

Lo observo con detenimiento, el pelaje la boca, el disparo. Saco de la mochila los cuchillos, ya un ritual, siempre llevo, tres el desollador, el de remate y una pequeña hacha, lo corto y capo allí mismo, con el hacha le asesto un golpe en la primera cervical y una vez rota, lo decapito con un corte y el posterior giro de cuello echo la cabeza en una bolsa pues lo voy a bajar por la senda paralela al barranco haciéndolo rodar y se estropearía el trofeo.

El cuerpo lo dejo caer poco a poco abajo, a ratos lo arrastro a duras penas, otros lo empujo cuesta abajo, dando tumbos rodando y dando trompicones lo saco hasta al pista foresta, lo que hace la adrenalina¡¡¡

Vaya sudada y que polizón.... con el sol fuera y pasando penalidades para cargarlo en la furgoneta medio despanzurrado emprendo el camino de vuelta, por un instante pensé en descuartizarlo allí mismo pero al fin he podido con él, este es el cuarto que abato este verano en un perímetro de unos tres kilometros cuadrados que lo tiene todo para ellos, comida variada, agua, barro y encames frescos.

Este lugar lo desechan prácticamente todos los esperistas por su orografía muy jodida donde te pillan en nada los bichos cada espera es un reto y este ha salido bien veremos el próximo...

Ramon Antoni Forner

Categoría: RELATOS

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