Relatos: La caza de patos en la luna del Delta.

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Voy a empezar identificándonos. Descripción “lunáticos” (aficionados a la caza de acuáticas en noches de luna. Por ser una caza en solitario o en pareja, de tú a tú con uno de los animales salvajes más listos, a mí entender. Por ser una caza dura, de sacrificio, aguantando bajas temperaturas y mucha humedad. Pero en definitiva a solas con el medio natural y por los sonidos que se escuchan en la noche, el disfrute de las condiciones climatológicas a veces extremas, el encanto de la puesta de sol en los arrozales del Delta del Ebro.

De todas maneras he de confesar que debido a las incomodidades y la dureza de la caza en si, ésta es casi una exclusiva para los grandes amantes de las marismas y que tengan una vena “masoquista” en su mente.

Aclarare que las tiradas al pato “de lluna”, es una caza tradicional, que se realiza la noche del plenilunio y siguientes por espacio de tres o cuatro noches. Esta caza consiste, en esperar desde los puestos aquí llamados “choca” o “tina” que están diseminados y colocados de manera estratégica en los campos de arroz, que según el mes de la temporada son rastrojos de arroz , barro o “lluens” como se denominan a los bancales anegados de agua, en estos “cuadros” se ceba durante 7 a 10 dias anteriores a la luna llena para tener una buena entrada de patos, Secuencia que te da mucho que hablar con todo el colectivo de cazadores del pueblo.

Que si yo tengo una entrada espectacular, que esta noche no han comido tantos, que el vecino no aceba y luego me tocara los hu…,etc. Las acuáticas aquí tienen un comportamiento nocturno en la busca de alimento, salen de sus querencias en las lagunas y el mar, para adentrase en los campos de arroz.

Las tiradas de Luna se realizan 5 veces durante la temporada de caza, y reúnen a otros muchos cazadores por el Delta en pos de las acuáticas. Llega el día esperado.

Ahí comienza la caza, desde el ocaso hasta el orto, ósea desde anochecer hasta la salida del sol, esta permitida la caza de acuáticas.

Sobre las cinco y media de la tarde, con la incertidumbre que tiene toda la caza, más si cabe la de las acuáticas; pero con la gran ilusión que despierta la practica de esta modalidad y después de los comentarios de la buena entrada, por los rastros que había de noches anteriores, con las botas altas “vadeadores”, perro , mochila a la espalda, y la escopeta, nos dirigimos a los puestos va a dar comienzo lo que aquí se denomina “la prima” desde la puesta del sol hasta un par de horas después de anochecer.

Siempre impresiona ver como el día va dando paso a la noche, pero es especial contemplarlo desde un tubo de hormigón de más o menos un metro y veinte de diámetro y metro y medio de profundidad, en el que te acomodas a ras de agua. Lo que parece un “desierto” comienza a cobrar vida, ya empiezan a oírse los aleteos de patos saliendo de las lagunas, las garzas reales comienzan a deambular por los bancales, y los escandalosos flamencos, que aquí se pueden observar a cientos, por no decir miles dan sus primeras pasadas a los arrozales.

De pronto las primeras detonaciones se oyen en las fincas de alrededor y también en la que estamos, alguno de los compañeros ha tenido la suerte de avistar algún pato, por mi parte derecha una pareja de de patos, han pasado fuera de tiro, en la choca de delante después de un par de disparos manda a cobrar a su perro, vuelve la tranquilidad por unos momentos, tiros otra vez y así toda la noche.

Las nueve y media, llamada para la cena, con la luz que nos da la luna se ven salir desde las “chocas” a todos los integrantes de la cacería enfilando el camino hacía la caseta, al calor de la lumbre, comentarios y anécdotas, unos patos han sido los abatidos, cucharas, frisos y cercetas.

Con un buen postre, y unos cafés para mantener el cuerpo a tono, nos deseamos lo mejor para la segunda parte de la tirada, aquí cada uno va entrando a su “choca” y la abandonara cuando este crea que ya tiene bastante.

En la segunda parte los patos están reacios a entrar a las siembras, mucho reclamar junto a la laguna, pero pocos se atreven a salir, algún disparo alrededor, y el frío empieza a notarse, los flamencos siguen pasando y de vez en cuando se oye el paso de la parejas de patos por encima, dando círculos antes de entrar. Más disparos y algún que otro pelotazo, con la luz de la luna es increíble ver descolgar un pato y “pegar” en el agua.

Si nunca habéis disfrutado de unas noches de caza en el Delta, tenéis que probarlos, desde aquí os animo, es una caza diferente, pero autentica.

También tengo que decir que con el paso de los años, por lo tanto cogiendo edad, se van calmando esas ansias y esas noches en vilo, imaginando y soñando mil secuencias y situaciones con el lance con los animales. Atrás quedan las salidas con el abuelo o el padre con la ilusión puesta en que por fin hoy me va a dejar tirar un cartucho con la escopeta. Pero la pasión sigue porque siempre renace la ilusión del cazador con perro, máxime cuando tu fiel compañero te deja por la avanzada edad, y empiezas a enseñar a un nuevo cachorro, en la caza. Luego vienen los hijos y por último los nietos que si con suerte puedes iniciarlos en la cinegética, vuelves a empezar.

Esta es la pasión y la ilusión que de mi persona surge, para hacerla publica en este foro que saben vivir y comprender lo que es la “caza de acuáticas”.

Cavero

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