Cuando finaliza la temporada de caza de aves acuáticas, empieza otro periodo tan apasionante e importante para los cazadores como la misma caza: el período de reproducción.
Pronto se nos llenan los ojos de jubilo cuando vemos corretear a los primeros retoños por nuestro corral, con un variopinto colorido: reales puros, esmeraldas, hembras blancas, incluso cruces de miñón.
Una buena cría, nos asegura una buena selección posterior de nuestros reclamos, y el éxito en nuestras jornadas de caza.
Una buena selección de canto nos asegura una mayor garantía, cantos y formas de trabajo de los reclamos, ante sus congéneres salvajes, haciendo bajar de los cielos a estos, buscando esa ave que por gracia de los genes tenga ese don sobre los demás.
Esa magia, sin saber discernir porque esta ave en concreto, a la que le hacen más caso que a todas las demás, sin entender porque, pues canta igual, suena igual, pero tiene algo, algo diferente a las demás.
Año tras año, seguiremos buscando este reclamo, que nos baje de los cielos a los díscolos y desconfiados patos, sin saber porque esta sí y las otras no.
Nunca se acaba de aprender.
Ramón A. F.
Tenemos 55 visitantes y ningun miembro en Línea
La web Cazaacuaticas.com utiliza cookies propios y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Si quiere más información politica de privacidad. | |
Acepto los cookies de esta web. Acepto |