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Argentina es un país con una gran cantidad y variedad de aves acuáticas, gracias a su excelente clima y a su excelente situación geográfica, por esas fabulosas condiciones, cazadores de todo el mundo viajan a Argentina en busca de las jornadas cinegéticas tras las anátidas.

El catedrático y escritor, y ante todo cazador y amante de las aves acuáticas, el Sr. Antonio Notario Gómez, nos da unos pequeños nociones sobre el tipo de anátidas que encontraremos en Argentina:

El “pato estrella” entre los cazadores es el picazo, pato con claro dimorfismo sexual, de envergadura y peso parecidos al de nuestro azulón, y bastante desconfiado. De seguro que encontraremos, sin hacer muchos esfuerzos, la cerceta capuchina y el pato de collar, estando prohibido éste último en bastantes regiones (se les conoce a los dos últimos como patillos).

Por otro lado, el cuchara argentino, especie endémica que te hace pasar muy buenos ratos con su entrada a los puestos. Y los incomparables maicero y gargantilla, los dos “rabudos” de aquellas latitudes. El pato gargantilla, llama mucho la atención, por su colorido y forma de vuelo.

Los famosos “siriríes”, patos emblemáticos del país de los gauchos, que incluso han sido cantados por el gran cantautor Jorge Cafrune. Hay tres especies de ellos, el común o colorado, el ventinegro y el pampa. Son patos de buena envergadura, bastante gregarios, muy confiados y vuelo sostenido no muy bello.

Dos patos extraordinarios: el real y el crestón. El real es el pato con mayor peso en el mundo, pues los machos alcanzan los 4 kilogramos de peso. Habitan determinadas zonas boscosas, entre ellas el famoso Bañado de La Estrella, ubicado a unos 300 kilómetros de Formosa, al noroeste de Argentina.

El crestón es también peculiar, sobre todo el macho, con su magnífico abultamiento por encima del pico. Cohabita con el real en el Bañado de la Estrella, aunque es más fácil observarlo en otras zonas, pasa de los 2 kilos y medio de peso, volando majestuosamente.

La cerceta brasileña, especie abundante en determinadas zonas, muy llamativa por el intenso color verde de sus alas, que se desplaza por lo común confiadamente emparejada; la cerceta colorada, cuyo macho exhibe un color caoba bellísimo; la cerceta barcina, la más pequeña de las tres, con vuelo muy rápido, escasa en la parte norte argentina y muy abundante en los bañados de la Pampa; y el pato de cabeza negra, pato en verdad curioso, por su comportamiento parasitario en la nidificación y por su comportamiento de vuelo a lo largo de la jornada, estático y confiable durante el día y dinámico con vuelo vertiginoso en el crepúsculo y amanecida.

Finalizaríamos con dos especies cuyo hábitat es bastante similar al de la cerceta barcina, el silbón overo y el crestudo, bastante atractivos por su plumaje y vuelo. Los encontraremos en la Patagonia chilena, a orillas del Estrecho de Magallanes.

Esto es lo que se refiere a los patos desde el punto de vista específico. Aparte de ellos se encuentran los cauquenes ( anidan en la Patagonia argentina y chilena e invernan en los campos de la Pampa ) y los coscorobas ( llamados por los argentinos “gansos”, en realidad son cisnes ), y los cisnes de cuello negro.

En el manual de Antonio Notario Gómez, Guía de especies de interés cinegético del mundo, encontrarás toda la información sobre las especies de patos que pueden cazarse.

Deberemos consultar la legislación vigente en cada una de las distintas Provincias del país que queremos visitar, ya que hay prohibiciones expresas sobre alguna de estas especies.

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Categoría: RELATOS

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