Relatos de caza: Una jornada cazando patos en Colombia.

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El verano ha pasado su temible factura, y por algún lado de las altas peñas llovió trayendo una posibilidad. Salida sin sobresaltos a la 01:00 del domingo 19, por carretera llego a las 02:45 al sitio en que tomo la canoa.

Navegando durante 1 hora por el Río Magdalena, al tanto nos internamos por un caño por dos horas más, adelante la neblina impide desplazarnos a mejor ritmo.

A las 05:45, logramos alcanzar el otro caño que conduce al sitio definido la noche anterior, caño por el que no podemos penetrar dado el taponamiento por islotes de vegetación.

La marcha imprevista nos cuesta 30 minutos más, tarde para el Pato Real que comienza a volar a los comederos desde cuando la penumbra se torna gris y luego azul con aroma de Gloria.

El primer pato me pasa de atrás hacia adelante por el lado izquierdo a unos 80 metros de distancia y traza un giro hacia la derecha para reconocer el comedero, retorna de derecha a izquierda luego del ir al confín de la poza.

Me entra a unos 40 metros de distancia y unos 25 metros de altura, majestuoso, le impacto con Escopeta Calibre 12 Winchester Súper X1, cañón 30” Full Trap Shock, mi compañera desde el 5 de agosto de 1979, con cartucho Maxam 24G 7.1/2. Recogido, lindo 30” de estatura y un peso aprox de 6 kilos.

Entra el segundo de izquierda a derecha, viene a unos 30 metros de altura y otros tantos de distancia, lo impacto no siendo suficiente por lo que decido hacer el segundo disparo y lo fallo, el Pato Real un poco más pequeño que el anterior huye con dificultad hacia el bosque.

Viene dicho, llegamos tarde, una mezcla de sensaciones encontradas, de dicha por las bellezas de la naturaleza, sus colores, aromas, espinas, lodos y el infaltable amo del pantano, el zancudo; y otras de frustración por los inconvenientes atmosféricos y de navegabilidad que trastocaron el tiempo previsto para estar en los puestos.

Entra a unos 40 metros y 20 de altura, de derecha a izquierda, lo impacto, pero nuevamente el Pato se va herido. Reviso la munición, está bien, se infiere que estoy disparando atrás.

Entra otro en el mismo sentido, lo disparo y también lo fallo, repito disparo pero fuera de alcance.

Entra una torcaza a excelente velocidad, 80-100 millas, encaro, la sigo y la adelanto aprox 1 metro, gira y cae, tirazo! Recogida, impacto debajo del ala.

Corregido el swing, entran 4 torcazas por el mismo pasadero de la primera, se impactan, recogen y se verifica, debajo de ala. En efecto estaba disparando atrás y por eso los patos, lamentablemente y por mi error se fueron heridos, tal vez a morir en aras de ser devorados por un caimán, las rapaces o nada ni nadie por temor a su estirpe y realeza.

Viene de frente un monumento al Pato Real, precioso, me gira a la izquierda mostrándose en su inmensa belleza, no lo disparo por estar fuera de alcance. Entra de derecha a izquierda, aprox 30 metros de distancia y unos 20 de altura, impacto en cabeza y cuello, cae fulminado. Corregí swing.

Entra de derecha a izquierda una manada de 8 Patos Pisingos, a unos 40 metros de distancia y unos 60 de altura, formación en cuña, disparo certero al primero y repito impactando al cuarto de la manada, ambos recogidos, disparos en cabeza y cuello.

Regresa uno de la manada y a esa misma altura, lo impacto y redondeo 3 pisingos. Entra de frente un hermoso Pato Real a no más de 10 metros de altura, y a unos 200 de distancia, soberbio vuelo, se aproxima a unos 40 metros de distancia y la misma altura, lentamente gira a la izquierda, tirazo en cabeza y cuello, recogido.

Son ya las 08:30 nada más que hacer, iniciamos la retirada. Luego de caminar unos 10 minutos observo una manada de 8 Patos Reales surcando la poza a la que nos aproximamos, sin embargo el trayecto es indeterminable por que las copas de los árboles lo salvaguardan por el efecto útil de la sabiduría de la naturaleza.

Continuamos y en una punta ya menos espesa del bosque se observa a cientos de Patos Reales en un verdadero festín de regocijos al ver que el pasadero que utilizan para llegar a su posición es totalmente imposible, inalcanzable por la dificultad del terreno.

Ya abordo en la canoa retornamos al punto de salida inicial llegando a las 13:00 horas, Hay unos patos por el camino, y decidimos que regresaríamos a las 4 como en efecto ocurrió luego de un almuerzo frugal.

Excelente la tarde. Dos Patos Reales, 6 Pisingos y 6 torcazas, en un pasaderito poco concurrido pero que dejó su generosa dadiva a la dificultad y a la pericia. Sólo erré dos disparos de 16 efectuados en dos horas.

Gracias a DIOS por esta cacería, por los escenarios, por el sudor y las carreras dentro del pantano, por todo.

Y porque hacía ya días largos que no salía dada la sequía, que incluso afectó mi concurrencia por estas ventanas a compartirles no solo la dicha, la felicidad, sino también el deleite del guiso de ayer que fue elaborado con corazones, mollejas e hígados de las piezas cobradas, precedidas de un buen tinto seco Sangre de Toro de la Casa Torres.

Hernando Pineda

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