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Nací en una casa humilde pero honrada a mas no poder, de cuando la palabra de un hombre equivalía a una firma y un apretón de manos a lo que hoy en día es un contrato suscitado por dos partes cosa a día de hoy extinta. Pronto supe el valor de las cosas y más aun lo que cuestan ganar los cuartos.

El pueblo y sus comarcas adyacentes eran eminentemente agrícolas, muchos jornales se echaban pero poco parne se cosechaba, traducido esto a numerosas calamidades que esto ocasionaba. Teníamos lo justo para vivir y poco más, la ropa de unos pasaba a otros y así hasta que resultaba inservible.

Éramos 4 miembros, madre, padre, mi hermano y yo. Desde bien pequeño sabías ya lo que era batirse el cobre con los aperos de la huerta, mas a la par de los estudios, los cuales debían ser respetados semanalmente, pero los fines de semana eran para aportar lo que pudieras a la economía familiar con conocimiento de causa.

Sábados, domingos e incluso festivos hasta mediodía ya sabias la canción que te tocaba, mi padre distribuía la faena para que los tres hombres de la casa y al tajo, aunque fuésemos nada más que mocosos, sumar jornales necesarios para la casa, con conocimiento pleno de causa sabias lo que tocaba, aceptando sin rechistar.

El verano era aun peor, las tardes eran para estudios y jugueteos o sesteos playeros si no salía algún extra, pero las mañanas desde la salida del sol hasta el mediodía a doblar el lomo, bien quemando restos de poda, sulfatando, escardando o atendiendo el campo de hortalizas que luego vendíamos en la puerta de casa.

Así día tras día año tras año estudiando y batiendo el cobre. Vida dura pero de una escuela educativa fundamental en todos los aspectos, respeto a los mayores, consciencia de lo que costaban las cosas e implicación en los estudios como salida a una forma de vida mejor, sin olvidar las raíces.

De caza bien poco, las perras llegaban hasta su limite y fuera de los zorzales estorninos terreras palomas y algunas becadas que nos visitaban en aquellas huertas poco mas, tortolas en verano las justas pero suficientes para un rato ameno.

Si queríamos optar a algún acotado había que sudarlo y mucho. Entre mi padre y yo anualmente creábamos la empresa de turno donde ya hartos de trabajo sacábamos fuerzas para ganar algo extra como fuere así nos permitíamos ir un par de fines de semana a la codorniz que entonces podía pagarse por días sueltos con la bretoncita de mi abuelo.

Adquiríamos una acción de caza para la perdiz y el zorzal en algún acotado cercano de lo más barato. A veces eso no resultaba posible, así que también nos movíamos por los terrenos libres que los había por doquier, guardados con mucho celo, donde la caza que era poca se arrancaba a una legua resultando la mayoría de los casos poco mas que un paseo con el arma al hombro.

Andaba uno de morralero aun no tenía edad de poseer arma, las temporadas se saldaban con algunos zorzales y 6-7 perdices a lo sumo en toda la temporada, más caza daba la huerta siempre con los picoletos en la nuca vigilantes al respeto por los cultivos cazando al límite de la legalidad establecida creando una inseguridad en el ejercicio de la caza pues el libre albedrío que estos aplicaban no dejaba mucho margen de error dependiendo de como estuvieran de humor, así que muy a gusto uno no estaba allí pero......

Y de pronto vino el ladrillo el municipio cambio y la economía también hubo quien ganó mucho dinero con la venta de sus huertas, para mi familia todo quedó igual ya que ni un misero pedazo teníamos donde se cotizaba a precios de escándalo, cerquita del mar , nada.

Recuerdo que ya poseía arma y era el terror de la huerta señalado como terrorista y enemigo público número uno por los terratenientes pero me las conocía todas y me escabullía como me daba en gana, estaba en mi terreno y allí mandaba el menda.

Los más pudientes del pueblo junto con las autoridades acudían una tirada anual al faisan, donde se cerraban tratos y gestaban negocios sobre el municipio y su desarrollo urbanístico, generado sobre el valor quien aportaba una playa virgen esplendida, y un entorno incomparable.

El alcalde era pariente nuestro- Mirad, uno de los dos puede venir a cazar sin abonar nada a los faisanes de eso ya me encargo yo que me deben muchas y más que me van a deber ¡¡ pero solo uno....ahora no da para más.

- Irá mi hijo, me hace ilusión que el chaval sepa lo que es una tirada de postín, pero cuando acabe la tirada lo mandas a casa o al coche a esperarte, no quiero que vea lo que ocurre en esos saraos después de las comidas, mucho me he esmerado educándolo para que vea cosas tan cuestionables, tu ya me entiendes....

- Tranquilo a la tarde lo envío a la rebusca de piezas para cuando acabe nos vamos a casa, he de cerrar algún trato que reportara trabajo al pueblo....

- Los ojos se me abrieron como platos.... faisanes?

- Si hijo yo no iré, te vas con tu tío, recuerda todo lo que te he enseñado, normas de tiro respeto a los mayores no te digo más...te llevas a la bretona de tu abuelo y a la tarde te vas a buscar la caza que se haya largado. Iras con el guarda y cuando acabes, te esperas en el coche de tu tío hasta que el acabe con lo suyo...

- Que munición llevo padre?

-Sexta y algún cartucho de quinta, llevaras 100 cartuchos apunta bien no te emborraches de tiros que te han de sobrar.

- No quiere ir usted padre?

- No cuando uno es de 5 pesetas no se puede juntar con los de 20 duros eso tenlo claro y aunque ahora te suene a chino ya lo comprenderás más adelante. Disfruta hijo que te lo has ganado a pulso y de estas ya vas a ver pocas más.....

Ni que decir que aquella noche no pegué ni ojo, pasé una semana imaginando lances diferentes, trayectorias de tiro, hasta que llego el ansiado día.

Una barahúnda de vehículos se afanaba en aparcar a la puerta de el caserón donde se realizaba el sorteo, los vehículos eran de mucho caché y nosotros que llegamos con el destartalado Ford Fiesta de mi tío, que parecía sacado de una película de Alfredo Landa...

- Que verguenza¡¡¡ Madreee, donde me he metido?

Las ropas de los paisanos eran las típicas de los señoritos, sombreritos con plumas, botas altas y ropajes caros, mi tío iba de traje y corbata él no venía a cazar, el estaba invitado pero su intención era otra. Luego nos acompañaba la secretaria del Ayuntamiento, muy mona ella, con su portafolios y el menda que dada mi vestimenta me creaba vergüenza salir del vehiculo, pantalones de pana remendados en las rodilleras y el jersey de la mili, un cromo vamos¡¡¡

Al lado de aquellos señoritos parecía un mozo de cuadras.

- Estos me confunden con uno de estos que van de faena apañando cosas tío....

- Nada ahora te presento al capo de todo esto y asunto resuelto.

Así fue nada más verle agasajos no le faltaron. - Hombre señor alcalde que honor tenerle aquí que tal?

- Mire le presento a mi sobrino que viene hoy a probar suerte, estrechón de manos saludos y peloteo que no falte ...

- Venga háganos compañía por favor¡¡

Claro estaba que aquellos veían negocio en el municipio de billetes a raudales y mi tío que de tonto no tenía nada, se dejaba llevar.....

- Venga vamos a sortear los puestos, saquen ustedes 2 números, uno para la primera suelta y el otro para el cambio de puestos a la segunda....

Y así religiosamente fuimos pasando a la par que cantando los números que luego sirvieron para adecuarnos a 4-5 escopetas en los vehículos y disgregarnos por el entorno.

Mi tío se fue con los pesos pesados a atender sus asuntos, la secretaria se quedo conmigo. De vecinos tenia a una mujer con una semiautomática del calibre 20 y un abuelete con dos escopetas planas gemelas, dos joyas que pude admirar...

- Están hechas a medida decía... más un secretario que se las cargaba y cobraba los pájaros ...

Cuando saque el cacharro aquel lleno de herrumbre chatarra -plana mía heredada, la secretaria se quedo atónita ...

- Donde vas con eso?

- Espera que ahora vuelvo... y se fue a hablar unos puestos más allá, con uno de los terratenientes del pueblo, que generosamente bajo el peso de ser el sobrino de quien era me prestó su otra arma, la de repuesto una beretta semiautomática con polichoques, para mi una joya!!

- Esto como se carga?

- Vaya pipiolo, me contó que los pájaros los soltaban de la loma de enfrente y bajaban como cohetes, esta me pidió que le dejara un par de cajitas de cartuchos para aliviar peso y estuvimos de cháchara hasta que sonó una corneta y comenzó el ojeo...

Los pájaros se descolgaban del cerro pasando a raudales me temblaba el pulso, estaba nervioso y no acertaba uno. El primero me lo tragué entero, y varios más ¡¡¡

- Espabila va, serénate que no es tan difícil ¡¡¡ respire hondo y al siguiente le metí hasta el taco del cartucho en el cuerpo, si no me aparto me descrisma y a pocas más a la secretaria.

Se pasó el baile de San Vito, me asenté al tiro poco a poco y comencé a bajar aves de diversas trayectorias, también baje un par fallados por la dama de al lado y otro que se le largo al abuelete cruzado.

De vez en cuando algún ave cogía altura y rebasaba la línea de escopetas, uno de estos vino a mi postura, encajó los 3 disparos acusando el plomo a cada uno de ellos, dejando plumón en el aire, yendo a caer a muchos metros con estrépito, el abuelete y la dama aplaudieron aquello y cogí más moral, ahora si que si¡¡¡al ataque¡¡¡

Vaya manera de bajar animales, al toque de corneta se cobró lo abatido y cambiamos de puesto, me llamó la atención un señor que le indicaba a un mozo que le soltara un faisán herido a modo de paloma a brazo, mi acompañante la otra dama y el abuelete le increparon achacando a su hombría, no tiene usted lo que hay que tener para bajarlos del aire... y se armó el belen.

Tuvo que venir el capitán de aquello para poner paz y llamar al orden a aquel sujeto que de cazador tenía bien poco, la cosa no fue a más pero intimé más con mis vecinos dándome más seguridad en aquel sarao.

En el segundo los pájaros venían más fuertes por llevar el viento de cola, los adelantos eran más generosos, se fueron bastantes aves, muchas tocadas, pero los pájaros eran de calidad, encajando las perdigonadas sin inmutarse.

El ultimo que tiré rebasó al menos 4 escopetas acusó al menos 3 impactos más 2 míos para bajarlo y cuando aquello más dulce me tenía y mejor porcentaje de aciertos llevaba, sonó la trompeta y acabo. Quedando solamente 8 cartuchos en el chaleco... La secretaria de mi tío me susurró que había abatido 32 pájaros y a medias con los puestos contiguos unos pocos más, el que más me ha gustado el último alto y cruzado planeando muy bonito.

Hicieron un tapete con las aves unos colosos para mí que de zorzales y palomas prácticamente no había salido nunca las fotos de rigor y al caserío, donde para mi sorpresa habían habilitado una tirada al plato y otra a codorniz a tubo.

Me puse a presenciar aquello, pues parné no habia... cuando se acercó mi tío ...

- Que no tienes ganas? Ala agarra el arma que ahora te traen la munición ...mozo¡¡¡¡

- Alárgale a mi sobrino lo que precise ... la madre¡¡¡¡

Había disparado más en un día que en tres años juntos y no se dio mal, rompi algunos platos sin haber tirado nunca a ellos y baje de mis 12 codornices a tubo 11 que de estas si me las sabía todas.... intimé con la señorita del puesto contiguo y el abuelete ,charramos durante la comida de caza y armas, ellos volvían la semana próxima, ella y sus padres venían de Madrid al menos 2 veces al mes, y el abuelete iba a perdices ...que más quisiera yo¡¡¡

Le hablé de la escasez de caza en donde yo vivía y lo poco que conocía estos hábitos, me escucharon atentos y me encontré como en casa con ellos ....que vida la de aquellos ... comenzó la sobremesa, los unos se fueron a la rebúsqueda de los pájaros huidos, otros quedaron entre licores apañando negocios entre ellos la secretaria y mi tío.

Yo agarré la bretona, un par de cajas de cartuchos que me prestaron amablemente me subí al coche del guarda. Transitando entre caminos y lomas, hasta que en un punto determinado el hombre paró el vehículo...

Mira aquí el otro día hicieron una suelta de perdices y alguna a de quedar, se suelen amagar en el barranquete coges el cauce y lo sigues hasta que comiencen las lomas, de allí se ve la casa perfectamente, cuando la veas tuerces y andando hasta ella, si la perra es buena te ha de sacar pájaros a la fuerza, son de granja pero de calidad, venga que se de bien.... yo me voy a atender a los demás....

Aquello tenía buena pinta, lomas suaves y un barranquete facilón, así que al tajo.... lo primero que revolqué fue un conejo, el primero que abatía en monte, en la huerta si los conocía pero en estos lares ni de que color sabía que eran.

Más tarde se arrancó un bandete de perdices, a más de 100 metros, estas no eran de suelta evidentemente, menudo vigor¡¡¡

Se perdieron lejos, la primera de granja la encontró la bretona que la marco de lejos e hizo varios patrones, el pájaro revoló hacia arriba intentando rebasar mi posición, un tiro corto en seco sus intenciones trayendo la bretona a la mano, una caricia y a seguir disfrutando, cada tanto la perra se calentaba, esta cazaba a escasos 5 metros de la escopeta, mi abuelo la tenía enseñada a cazar cerca aunque tocara calientes.

En un chaparro quedó de muestra, costó que la rompiera y salieron 2 pajarotes, uno galleando, el otro tapado, así que blanco y en botella ¡¡¡bummm perdigacho al suelo si me ve mi padre me mata. Demasiado cerca el disparo la hice fosfatina. La bretona me entregó una masa deforme sanguinolenta que tuve que desechar.

Bajé una más y la bretona agarró una faisana alera, que corría que se las pelaba, más otra que venía revolada de a saber donde, planeando, suave, que bajé sin problemas.

El barranquete se acabó y el caserío apareció a unos 500 metros, el sol se iba y yo no quería que aquello acabara por nada del mundo, si hubiera venido mi padre, solo por ver esto valía la pena.

La perra que no estaba acostumbrada a la caza fácil, bajé una zurita que iba hacia la casa dando por finalizado el dia.

Cuando llegué mi tío estaba contemplando la montonera de pájaros que se habían abatido y que nadie quería.

- La madre que los parió, se dejan esto aqui? Como se nota que no han pasado calamidades. - Andando abrid el maletero y meted todos los pájaros que quepan mañana en el pueblo van a comer faisanes todos los vecinos.

El pestazo que echaban a granja era de órdago menudo viajecito nos dieron, al día siguiente por bando se anuncio que quien quisiera pájaros se arrimara al almacén del Ayuntamiento y no quedó uno, cuando preguntaban quien había abatido aquello respondían, el sobrino del alcalde, ayer en el ojeo, les ha dado en los morros a los señoritos.

Ni por asomo había abatido yo todo aquello, aparte del trato exquisito que tuve con estos.

– Niño que bien cazas¡¡¡ A la próxima vuelves tu eh...ya se lo diré yo a tu tío .....

A mi padre le narré todo lo acontecido, el hombre emanaba candidez y cuando hube acabado me pregunto?

- Que has aprendido hijo? Todo tiene su moraleja.... Que has sacado en concreto?nada ? Que te dijo tu padre. Piensa.... que si somos de 5 pesetas no podemos ser de 100... Lo entiendes ahora hijo?

Ramón Antoni Forner

Categoría: RELATOS

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